Estabilizado el incendio en las instalaciones de una farmacéutica en Azuqueca

Estabilizado el incendio en las instalaciones de una farmacéutica en Azuqueca: una llamada urgente a la prevención

La columna de humo se alzaba como un augurio en la mañana del miércoles. En Azuqueca de Henares, una explosión en un depósito exterior cambió el ritmo cotidiano de una jornada cualquiera en una empresa farmacéutica. A las 12:22 horas, un estallido sacudía la avenida Miralcampo. Metrileno, acetona, etanol… la lista de sustancias inflamables no dejaba lugar a dudas: lo que estaba en juego no era solo una estructura industrial, sino la integridad de cientos de trabajadores.

Fueron evacuadas más de 600 personas en tiempo récord, mientras los bomberos luchaban contra un fuego que parecía tener voluntad propia. La escena era tan real como peligrosa, y el relato se repetía: un fallo, una chispa, un instante… y el caos. Las llamas alcanzaron depósitos estratégicos de la instalación, generando un riesgo químico potencial de primer orden.

Hoy, tras horas de intervención ininterrumpida, el incendio ha sido estabilizado. Pero la pregunta que resuena con fuerza entre técnicos, responsables de prevención y empresarios es inevitable: ¿y si no hubiese habido extintores? ¿y si la empresa no hubiera contado con equipos de primera intervención?

Cuando el fuego arrasa sin avisar: la importancia crítica de los sistemas contra incendios en la industria

No es casualidad que las industrias químicas estén obligadas por normativa a contar con sistemas contra incendios robustos. Lo ocurrido en Azuqueca demuestra que no basta con cumplir la ley: hay que anticiparse, entrenar, invertir y revisar. Porque cada segundo cuenta cuando el fuego toma el control.

En este caso, fue clave la activación inmediata de los protocolos de evacuación y el funcionamiento efectivo de los sistemas internos. Extintores, rociadores y bocas de incendio equipadas jugaron un papel determinante en contener el foco inicial, mientras llegaban los cuerpos de emergencia. De hecho, el uso de sistemas como las BIE fue fundamental para ganar tiempo ante un fuego que avanzaba a una velocidad preocupante.

Los heridos: testigos directos de la urgencia y el riesgo

Cuatro personas resultaron heridas: tres bomberos y un operario. Todos ellos, hombres entre los 46 y los 56 años, sufrieron lesiones leves y fueron trasladados al Hospital Universitario de Guadalajara. Son las caras visibles del riesgo que enfrentan quienes acuden cuando el resto huye. Afortunadamente, no hubo víctimas mortales, pero el balance podría haber sido mucho peor.

Los bomberos desplegados desde Azuqueca, Guadalajara, Sigüenza y Madrid trabajaron de forma coordinada durante horas. Cubrieron con espumógeno toda la zona crítica, estabilizando el entorno de los depósitos. Aún así, el personal de la farmacéutica continuará vigilando la zona las próximas 24 horas. El objetivo: evitar reactivaciones.

Materiales inflamables y peligrosidad: una combinación que exige máxima prevención

El depósito donde se originó el incendio almacenaba productos como etanol, acetona y metileno. Sustancias con un altísimo poder inflamable que requieren controles continuos de temperatura, ventilación y manipulación. Cualquier fuga, chispa o carga estática puede suponer el inicio del desastre.

Este incendio ha dejado claro que no todos los fuegos son iguales. En contextos como este, se requiere formación específica sobre fuegos clase abc, así como la instalación de extintores compatibles con materiales químicos. No se trata de poner cualquier equipo, sino de adaptar las soluciones a los riesgos reales de cada negocio.

Más allá del susto: lecciones para la industria y el pequeño empresario

Este episodio no es un caso aislado. Cada año, en España, se producen miles de incendios industriales, muchos de ellos evitables. Las estadísticas reflejan un patrón común: mantenimiento deficiente, falta de formación, subestimación del riesgo.

La gran enseñanza de Azuqueca no debe quedar en la hemeroteca. Debe servir como llamada de atención a todos los negocios, desde grandes farmacéuticas hasta pequeños talleres o comercios. Un extintor no es un adorno rojo en la pared. Es, literalmente, la primera línea de defensa. Y para muchos, la diferencia entre reabrir al día siguiente o ver cómo todo se reduce a cenizas.

Es imprescindible contar con información sobre extintores actualizada, asesoramiento técnico y revisiones periódicas. Porque solo quien conoce su instalación sabe cómo protegerla de forma eficaz.

Un incendio que pudo ser una catástrofe: la prevención como inversión estratégica

Las pérdidas económicas de un incendio industrial pueden ascender a cifras millonarias. Pero las consecuencias humanas, reputacionales y legales son aún más devastadoras. Por eso, cada euro invertido en sistemas de detección, extinción y formación es una inversión con retorno asegurado.

Hoy, en Azuqueca, las llamas han sido contenidas. Pero la pregunta que todo empresario debería hacerse no es si volverá a pasar, sino: ¿está mi negocio preparado para algo así?

Porque, como bien han demostrado los hechos, cuando el fuego aparece, solo hay dos tipos de empresas: las que estaban listas… y las que no.