Viviendas seguras: extintor, luces y seguro de responsabilidad
En un país donde la vivienda vacacional se ha disparado, las normativas autonómicas y municipales han intensificado su escrutinio sobre las condiciones de seguridad y habitabilidad de los inmuebles. Y no es para menos. Hablamos de espacios que acogen a familias, turistas y profesionales durante días, semanas o incluso meses. Por eso, garantizar viviendas seguras ya no es solo una recomendación: es una obligación cívica y legal.
La prevención como pilar: el papel de los equipos contra incendios
De todos los requisitos que se exigen a una vivienda destinada al alquiler vacacional o turístico, hay uno que sigue sin recibir la atención que merece: el extintor. Y no, no hablamos de un simple trasto colgado en la pared. Hablamos de un dispositivo que, bien ubicado y en perfecto estado, puede marcar la diferencia entre una anécdota y una tragedia.
La normativa exige la presencia de al menos un extintor accesible por planta en estos inmuebles. Pero más allá del mínimo legal, es vital concienciar a propietarios y gestores sobre su importancia real. Un conato de incendio en una cocina o una sobrecarga eléctrica pueden convertirse en segundos en un infierno si no hay medios adecuados para contenerlo. Por eso, cada vez más propietarios acuden a plataformas especializadas en la venta de extintores para equipar correctamente sus viviendas.
Luces de emergencia: cuando se va la luz, que no se apague la seguridad
En paralelo a los extintores, la normativa también obliga a disponer de luces de emergencia en las viviendas turísticas. Estos sistemas garantizan la visibilidad en caso de apagón, facilitando una evacuación segura y rápida. La colocación estratégica de estas luces, en pasillos, escaleras y salidas, resulta clave.
No es un lujo ni una excentricidad. Pensemos en una familia alojada con niños pequeños, o en personas mayores con movilidad reducida. En una emergencia, cada segundo cuenta, y la falta de iluminación puede ser fatal. Equipar bien una vivienda es, en última instancia, una forma de proteger a quien la habita y de blindarse ante posibles responsabilidades legales.
Porque sí, el propietario responde. Y responde con su patrimonio. Por eso no sorprende que muchos opten por modelos como el de extintor de abc que cuenta con un precio extintor 6 kg correcto y asequible, además que ofrece una solución eficaz para cumplir con la normativa sin comprometer la seguridad.
Seguros de responsabilidad civil: escudo legal del propietario
Otra exigencia clave que muchos pasan por alto es el seguro de responsabilidad civil. En comunidades como Asturias, el Principado impone a los propietarios la contratación de un seguro que cubra al menos 150.250 euros. Esto no es casualidad. Cualquier incidente dentro del inmueble –desde una caída por una barandilla mal sujeta hasta un incendio causado por una instalación defectuosa– puede acabar en una reclamación judicial.
Y aquí no sirve el “yo no sabía”, “el huésped fue imprudente” o “eso ya estaba así”. El propietario responde por el estado del inmueble y por la seguridad de quienes lo habitan. Un seguro de responsabilidad civil no es solo un requisito: es una red de seguridad que puede salvarle de la ruina económica ante un imprevisto grave.
Por eso conviene estar informado. No basta con comprar un extintor y guardarlo en el armario. Hay que saber qué tipo conviene más, dónde colocarlo, cómo mantenerlo y cuándo revisarlo. La informacion sobre extintores es tan vital como el propio equipo. Ignorar estos aspectos equivale a jugar a la ruleta rusa con la vida ajena.
Exigencias legales mínimas para viviendas turísticas
Las comunidades autónomas tienen la competencia para regular el alquiler turístico. Pero todas coinciden en lo esencial: la vivienda debe estar totalmente equipada, incluir suministros básicos (agua, electricidad, calefacción), disponer de ropa de cama y baño, menaje de cocina, y contar con un sistema de oscurecimiento en ventanas y luz directa del exterior.
Además, si la ocupación supera las siete personas, debe haber al menos dos cuartos de baño. Y ojo, no hablamos de recomendaciones, sino de exigencias que, de no cumplirse, pueden conllevar sanciones severas. En Asturias, por ejemplo, se está intensificando el control sobre estas viviendas, con inspecciones más frecuentes y un seguimiento más estrecho por parte de los ayuntamientos.
Más plazas, más riesgo si no hay control
La presión sobre la oferta hotelera tradicional ha derivado en un crecimiento explosivo de las viviendas turísticas. Gijón, por ejemplo, ha pasado en apenas unos años de unas pocas decenas a más de 4.000 plazas turísticas disponibles, muy cerca ya de las plazas hoteleras oficiales.
Este auge, aunque dinamizador del turismo, ha traído consigo retos en seguridad, legalidad y convivencia vecinal. La proliferación descontrolada de estas viviendas, muchas de ellas sin los requisitos mínimos exigibles, está siendo objeto de debate político y social. En Avilés, Corvera o Castrillón, el modelo también se replica, con un número creciente de apartamentos turísticos que complementan a la red hotelera.
La conclusión es clara: más que nunca, se necesita rigor, responsabilidad y compromiso. No se trata solo de abrir la puerta al turismo. Se trata de abrirla con garantías, sabiendo que el descanso de unos no puede convertirse en el infierno de otros por no tener un extintor o una simple luz de emergencia.
Seguridad que se ve… y que se paga
Las viviendas turísticas deben ser mucho más que un piso bonito en una buena zona. Deben ser espacios donde la seguridad esté presente en cada detalle: desde el extintor bien ubicado hasta la luz de emergencia que guía en la oscuridad, pasando por un seguro de responsabilidad civil que actúe como salvavidas legal.
Porque quien alquila una vivienda turística no solo abre la puerta de su casa, abre la de su responsabilidad. Y en ese umbral, el fuego, la oscuridad o un accidente no avisan. Pero sí exigen estar preparados.