Restaurante Molino de Pez reabre sus puertas tras el incendio de Sant Jordi

Restaurante Molino de Pez reabre sus puertas  tras el incendio de Sant Jordi.

El restaurante Molino de Pez ha reabierto sus puertas este viernes, 12 de septiembre, después de haber sufrido un aparatoso incendio el pasado 22 de abril, víspera de Sant Jordi. Situado en el número 346 de la calle Córcega, en Barcelona, el fuego se originó en la campana extractora de la cocina y generó una gran columna de humo que obligó a desalojar el cercano hotel Seventy. Afortunadamente, el incidente se saldó con pérdidas únicamente materiales, permitiendo que el local pudiera iniciar un proceso de rehabilitación integral para volver con más fuerza que nunca.

En este regreso tan esperado, el restaurante quiso agradecer a la comunidad su apoyo incondicional tras meses de obras y molestias ofreciendo 500 raciones de lentejas elaboradas con la receta de la abuela. Este gesto reforzó el vínculo con los vecinos y simbolizó la alegría compartida de una reapertura que es mucho más que la vuelta de un espacio gastronómico: es una muestra de resiliencia, gratitud y compromiso con la seguridad.

La importancia de la prevención: extinción campanas de cocina

El incendio en Molino de Pez es un recordatorio de la relevancia de los sistemas de extincion campanas de cocina en restaurantes y hoteles. Estos equipos son esenciales para combatir uno de los principales riesgos en la hostelería: la acumulación de grasa e impurezas en las campanas extractoras, que pueden convertirse en el punto de inicio de un fuego.

Un dispositivo de extinción diseñado para campanas detecta de forma inmediata el aumento de temperatura o la aparición de una llama y actúa con rapidez, sofocando el incendio en segundos. Gracias a esta tecnología, se logra evitar que el fuego se propague por el local, garantizando la seguridad de clientes, empleados y del entorno cercano. La prevención en cocinas profesionales no es opcional, es una obligación para proteger la inversión y garantizar la continuidad del negocio.

Innovación en seguridad: sistema de extinción de incendios en campanas extractoras

Además de la limpieza y el mantenimiento, la clave está en incorporar un sistema de extinción de incendios en campanas extractoras. Estos sistemas cuentan con agentes químicos especialmente diseñados para sofocar fuegos de grasas, actuando justo en el punto crítico donde suelen iniciarse.

Su gran ventaja radica en que no dependen de la intervención humana: se activan de forma automática, reduciendo el tiempo de reacción y minimizando daños materiales. Su implementación es cada vez más común en restaurantes de alto nivel, ya que no solo cumplen con la normativa, sino que transmiten confianza a los clientes. La seguridad es hoy un factor que los comensales valoran tanto como la calidad de la carta, y los locales que apuestan por esta tecnología destacan por su responsabilidad y profesionalidad.

Formación y cultura preventiva: información contra incendios

Junto a la tecnología, la difusión de informacion contra incendios es vital para reforzar la seguridad en restaurantes. El mejor sistema pierde eficacia si el personal no está capacitado para actuar en caso de emergencia. Por ello, los equipos de trabajo deben recibir formación en protocolos de evacuación, uso de extintores manuales y revisión periódica de instalaciones.

La cultura preventiva también incluye tareas básicas como la limpieza regular de filtros, el control del estado de los conductos de extracción y la verificación de que todos los sistemas automáticos funcionan correctamente. De esta manera, se asegura una respuesta coordinada y efectiva ante cualquier imprevisto. La combinación de información, formación y responsabilidad se convierte en la fórmula ideal para reducir riesgos y garantizar el bienestar de todos los presentes.

Gratitud a la comunidad: 500 raciones de lentejas

En su reapertura, Molino de Pez no solo celebró el regreso de su actividad, sino que también quiso honrar la paciencia de sus vecinos durante los meses de obras. Por ello, el equipo liderado por Nino Redruello, de la Familia La Ancha, preparó 500 raciones de lentejas como muestra de gratitud y solidaridad.

Este gesto representa la esencia de la hostelería: alimentar no solo el cuerpo, sino también las relaciones humanas. Con este acto simbólico, el restaurante consolidó su unión con el barrio y demostró que un proyecto gastronómico también puede ser un motor de cohesión social.

Una carta con novedades y tradición

La reapertura llega acompañada de una propuesta culinaria renovada. A los clásicos de la casa se suman ahora pescados asados al espeto y una pizza con productos de proximidad, elaborada en un flamante horno de ladrillo. Estas incorporaciones reflejan la apuesta del restaurante por una cocina mediterránea auténtica, sencilla y llena de sabor, sin artificios, pero con un toque innovador que invita a redescubrir la experiencia de compartir mesa.

El chef ejecutivo, Manu Villalba, señaló que “nos hemos dejado la piel para levantar el restaurante en tiempo récord, y no solo volvemos, sino que lo hacemos con novedades en la carta y con el equipo más motivado que nunca”.

Reconexión con la esencia

Durante los meses de obras, el equipo tuvo la oportunidad de reflexionar sobre su propósito. Como destacó Redruello, este tiempo permitió “reconectar con lo esencial y recordar por qué abrimos Molino de Pez y qué queremos ofrecer a quienes se sientan en nuestras mesas: una cocina sencilla, sabrosa y sin artificios, pensada para disfrutar”.

Este enfoque renovado se traduce en un espacio más seguro, con una propuesta gastronómica reforzada y con un equipo motivado que mira al futuro con entusiasmo y determinación.

Seguridad, resiliencia y futuro en la hostelería

El caso de Molino de Pez es un ejemplo de resiliencia en el sector hostelero. Tras un incendio de gran magnitud, el restaurante ha sabido transformar la adversidad en una oportunidad para crecer, innovar y reforzar su compromiso con la seguridad.

La enseñanza para todo el sector es clara: invertir en prevención, formar al personal y mantener un vínculo estrecho con la comunidad son las claves para garantizar la continuidad y el éxito a largo plazo. La hostelería no es solo un negocio de platos y mesas; es un espacio de convivencia donde la seguridad y la confianza son tan importantes como la gastronomía.