Extintores en Perú: Lo que no te cuentan sobre su regulación, tipos y uso correcto

Extintores en Perú: Lo que no te cuentan sobre su regulación, tipos y uso correcto.

Una guía sobre el panorama de los extintores en el país andino

En este mundo en el que cualquier chispa se convierte en incendio, conviene tener claro que un extintor no es un adorno rojo colgado en la pared. No, señores. Es un salvavidas presurizado. Y si vive usted en Perú —o tiene la fortuna de desarrollar allí su actividad profesional— debe saber que las cosas con los extintores no se improvisan. Hay normativa, hay tipos, hay responsabilidades, y, sobre todo, hay mucha ignorancia camuflada de despreocupación.

Vamos a poner orden en este asunto. Desde la clasificación de los extintores en Perú, pasando por la normativa vigente, hasta esos detalles que los proveedores no siempre le explican. Porque un extintor mal elegido o vencido, es como llevar un paraguas roto a un diluvio universal.

Normativa vigente: Ni un paso sin reglamento

Las cosas claras y el chocolate espeso. En el Perú, el Reglamento Nacional de Edificaciones (RNE), específicamente en su Norma Técnica G.050 —Seguridad durante la construcción— y la G.030 —Seguridad— establece las bases para la instalación y mantenimiento de sistemas de protección contra incendios.

A esto se suma el cumplimiento de normativas internacionales como la NFPA (National Fire Protection Association), que, aunque no es de aplicación obligatoria, se toma como referencia técnica en muchos casos. Así que nada de improvisar con lo que se vio en una película de acción americana.

Los extintores deben ser inspeccionados cada año, recargados cuando el manómetro lo indique y reemplazados si presentan corrosión, fugas o están vencidos. Y aquí es donde muchos se hacen los suecos, como si no pasara nada. Pero pasa. Vaya que sí.

Tipos de extintores: Porque no todos los fuegos se apagan igual

Aquí empieza el baile de siglas, colores y confusión. Porque, claro, uno ve un extintor y piensa: “rojo, bonito, seguro apaga fuegos”. Y sí… pero ¿qué tipo de fuego? ¿Grasa? ¿Electricidad? ¿Combustibles líquidos? Porque no es lo mismo apagar una freidora en una cocina industrial que una chispa en un tablero eléctrico.

En Perú, los tipos de extintores más comunes son:

  • Extintores de agua presurizada (Clase A): Para fuegos comunes, como madera, papel o telas.

  • Extintores de espuma (Clase A y B): Ideales para líquidos inflamables y sólidos combustibles.

  • Extintores de CO₂ (Clase B y C): Perfectos para equipos eléctricos y líquidos inflamables.

  • Extintores de polvo químico seco (ABC): Los más versátiles, sirven para casi todo, pero ojo, que dejan residuos.

  • Extintores de acetato de potasio (Clase K): Especializados en fuegos de cocina por grasas y aceites vegetales.

La información sobre extintores debe ser clara, precisa y, sobre todo, verificada. Porque un error de tipo puede ser fatal. En ese 20% del artículo, no podemos dejar de recalcar que la clave está en saber qué extintor corresponde a cada riesgo.

Clasificación de incendios: No todos los fuegos arden igual

Perú adopta la clasificación internacional por letras: A, B, C, D y K. Cada una responde a un tipo de material combustible. ¿Y sabe usted qué tipo de fuego es más común en su edificio o empresa? Si no lo sabe, es hora de averiguarlo. Porque no se trata de tener un extintor cualquiera, sino el correcto. Y aquí entra en juego otra palabra clave: tipo de extintores peru. Esa etiqueta, que parece genérica, es la brújula para no naufragar en medio del fuego.

Muchos establecimientos en el país operan sin conocer esta clasificación, y eso es como conducir sin saber para qué sirve el freno. Grave, irresponsable y, en algunos casos, incluso criminal.

¿Quién supervisa? La autoridad no duerme

En teoría, la supervisión recae sobre el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), en colaboración con las municipalidades y los cuerpos de bomberos. Pero en la práctica, muchos negocios se escudan en la falta de fiscalización para evitar invertir en equipos de calidad o en mantenimientos periódicos. Y luego vienen las tragedias que se pudieron evitar.

Y sí, hay inspectores, protocolos y sanciones. Pero también hay que decirlo: la cultura de prevención sigue siendo una asignatura pendiente en muchos rincones del Perú. Algo que solo se resolverá con educación, responsabilidad y una pizca de sentido común.

La instalación y el mantenimiento: Más vale prevenir…

No basta con colgar el extintor. Hay que instalarlo según altura, accesibilidad y cercanía al riesgo potencial. Y no, no se vale ponerlo detrás de una puerta o tapado con un afiche de la promoción del mes.

El mantenimiento debe realizarse por empresas certificadas, con personal capacitado y equipos homologados. Aquí no hay margen para el “tengo un primo que sabe de eso”. El fuego no entiende de favores ni improvisaciones.

Y para quien quiera más informacion sobre extintores aquí, lo ideal es consultar directamente con especialistas en seguridad industrial y prevención de incendios. Internet está lleno de páginas, pero no todas tienen la rigurosidad técnica que este tema exige.

Errores comunes que deben evitarse

  • Adquirir extintores sin certificación o vencidos.
  • Colocarlos en lugares de difícil acceso.
  • No capacitar al personal en su uso.
  • No realizar simulacros ni inspecciones periódicas.

Porque un extintor puede estar nuevo, brillante y con el sello intacto… pero si nadie sabe usarlo, es tan útil como un libro de cocina en una biblioteca en llamas.

Recomendaciones finales para empresas y ciudadanos responsables

  • Evalúe los riesgos específicos del lugar.
  • Elija el tipo correcto de extintor.
  • Realice mantenimientos preventivos cada 12 meses.
  • Capacite a su equipo.
  • Documente todo: certificados, fechas, inspecciones.

Y recuerde: la inversión en seguridad no es un gasto, es una garantía de continuidad. Porque cuando el fuego aparece, no hay tiempo para improvisar.

La cultura de prevención no se decreta, se construye

Y empieza con información veraz, técnicos responsables y decisiones firmes. Así que la próxima vez que vea un extintor, no lo mire como una decoración obligatoria. Véalo como lo que es: una herramienta que, bien utilizada, puede salvarle la vida.