Ensayos de normas europeas armonizadas para determinar la resistencia al fuego en diferentes sistemas: Requisitos técnicos y clasificación de la resistencia al fuego en materiales de construcción.
La resistencia al fuego constituye un parámetro esencial en la seguridad contra incendios, ya que define el tiempo durante el cual un elemento constructivo puede mantener sus propiedades mecánicas y funcionales ante la exposición directa a altas temperaturas. La Unión Europea ha establecido un conjunto de normas armonizadas que permiten evaluar, ensayar y clasificar el comportamiento de distintos sistemas estructurales frente al fuego, garantizando criterios homogéneos y comparables en todos los Estados miembros.
Estas normas son de aplicación directa en estructuras metálicas, de hormigón, madera, cerramientos y elementos de sectorización, estableciendo los métodos de ensayo que determinan el grado de estabilidad estructural, integridad y aislamiento térmico alcanzado por cada sistema.
Estructuras metálicas y la norma EN 13381-4: comportamiento frente a altas temperaturas
En el ámbito de la protección pasiva contra incendios, las estructuras metálicas representan uno de los componentes más críticos, dado que el acero pierde progresivamente su resistencia mecánica a partir de los 500 °C. La norma EN 13381-4 establece los procedimientos de ensayo para sistemas de protección aplicados a estructuras metálicas, con el fin de medir su eficacia ante la exposición al fuego.
Los ensayos incluyen la determinación de la tasa de calentamiento del acero, la eficacia de los recubrimientos intumescentes y el comportamiento estructural hasta R 240, lo que equivale a una resistencia de hasta 240 minutos antes del colapso térmico.
Por ello, la acción de ignifugar estructuras metalicas mediante el uso de recubrimientos certificados se convierte en una práctica obligatoria en instalaciones industriales, logísticas o de pública concurrencia. Las soluciones más habituales incluyen pinturas intumescentes, morteros proyectados y paneles aislantes, diseñados para garantizar la estabilidad del acero bajo condiciones térmicas extremas. De esta manera, los ingenieros pueden seleccionar con precisión los espesores óptimos de protección y asegurar el cumplimiento de las exigencias del Reglamento de Productos de Construcción (CPR).
Estructuras de hormigón según EN 13381-3: sistemas de protección y evaluación de desempeño
El hormigón armado es un material que ofrece una resistencia natural al fuego superior al acero, pero su comportamiento puede verse afectado por la fisuración o la pérdida de cohesión a altas temperaturas. La norma EN 13381-3 regula los ensayos de sistemas de protección aplicados sobre estructuras de hormigón, con el objetivo de determinar su capacidad portante (R), estanqueidad (E) y aislamiento térmico (I).
Los sistemas ensayados pueden alcanzar clasificaciones hasta REI 240, asegurando la estabilidad estructural durante cuatro horas. Este nivel de resistencia se logra mediante la aplicación de morteros ignífugos, capas intumescentes o paneles aislantes especialmente formulados para reducir la transferencia de calor al núcleo del hormigón.
En este contexto, las empresas de tratamientos ignífugos desempeñan un papel fundamental al implementar soluciones certificadas que cumplen con las normativas europeas. Dichas empresas garantizan no solo la aplicación correcta del sistema, sino también la trazabilidad y la documentación técnica necesaria para su validación ante los organismos de control. La calidad de la aplicación es determinante para lograr la clasificación prevista y evitar patologías posteriores derivadas del desprendimiento o deterioro de la capa protectora.
Forjados mixtos madera-cerámica y su ensayo según la norma EN 1365-2
Los forjados mixtos de viga de madera con bovedilla cerámica son sistemas tradicionales que han recuperado relevancia en proyectos de rehabilitación y conservación patrimonial. La norma EN 1365-2 define los procedimientos de ensayo para forjados y techos, evaluando su estabilidad estructural, integridad y aislamiento térmico ante la exposición directa al fuego.
La madera, al ser un material combustible, presenta una carbonización progresiva que, si bien reduce la sección resistente, genera una capa protectora que retrasa la penetración del calor. Por su parte, la bovedilla cerámica actúa como barrera térmica natural, contribuyendo al aislamiento del conjunto.
Los sistemas ensayados bajo esta norma pueden alcanzar clasificaciones REI 120, garantizando una resistencia de hasta dos horas. En este tipo de construcciones, los técnicos deben seguir las directrices de los ensayos de normas europeas armonizadas para determinar la resistencia al fuego en diferentes sistemas, asegurando que los resultados sean reconocidos en toda la Unión Europea y compatibles con las normativas locales de edificación.
Sectorización vertical conforme a la norma EN 1364-1: compartimentación efectiva
La sectorización vertical constituye una medida esencial de protección pasiva contra incendios, destinada a limitar la propagación del fuego entre zonas o plantas de un edificio. La norma EN 1364-1 establece los criterios de ensayo para paredes y particiones no portantes, determinando su capacidad de aislamiento térmico (I) y estanqueidad frente al fuego y gases calientes (E).
Los sistemas ensayados pueden alcanzar clasificaciones EI 180, equivalentes a tres horas de resistencia. Se incluyen soluciones constructivas como tabiques de placa de yeso laminado, paneles modulares, muros de fábrica y paneles sándwich con núcleo ignífugo.
La implementación correcta de estos sistemas garantiza la compartimentación efectiva de los espacios, aspecto fundamental en centros comerciales, hospitales, almacenes o instalaciones industriales. Además, facilita la intervención de los equipos de emergencia y reduce la propagación de humo y calor, dos de los principales riesgos en la evacuación de personas.
Franjas cortafuegos y la norma EN 1363-1: control en cubiertas y medianerías
Las franjas cortafuegos son componentes de protección pasiva diseñados para impedir la propagación del fuego entre cubiertas y medianerías. Su ensayo se regula mediante la norma EN 1363-1 y el protocolo específico de “Ensayo de resistencia al fuego de franjas encuentro medianería/cubierta”, que evalúan su comportamiento térmico y mecánico bajo exposición prolongada.
Las soluciones ensayadas alcanzan clasificaciones de hasta EI 120, garantizando 120 minutos de protección continua. Estas franjas son especialmente importantes en naves industriales adosadas, oficinas con cubiertas continuas o complejos urbanísticos densos, donde un punto débil en el encuentro de cubierta puede comprometer toda una estructura.
Los materiales empleados deben ser no combustibles, estables y compatibles con el sistema constructivo, de modo que mantengan su rendimiento incluso en condiciones de dilatación térmica o deformación.
Ventajas de aplicar normas europeas armonizadas en protección contra incendios
La adopción de normas europeas armonizadas en el ámbito de la resistencia al fuego ofrece una serie de beneficios técnicos y regulatorios fundamentales:
- Uniformidad técnica en toda la UE, que garantiza la comparabilidad de resultados.
- Seguridad jurídica en proyectos de nueva construcción o reforma.
- Cumplimiento del Reglamento de Productos de Construcción (CPR), obligatorio para la comercialización de productos de protección pasiva.
- Optimización de costes, gracias a la selección de sistemas certificados y previamente ensayados.
- Consolidación de la confianza técnica, tanto para ingenierías como para direcciones facultativas.
El conocimiento y la correcta interpretación de los resultados de los ensayos permiten diseñar soluciones de protección pasiva eficientes, reduciendo riesgos y asegurando la durabilidad del sistema instalado.
Los ensayos de normas europeas armonizadas para determinar la resistencia al fuego en diferentes sistemas
Los ensayos de normas europeas armonizadas para determinar la resistencia al fuego en diferentes sistemas constituyen la base técnica indispensable para la evaluación, certificación y selección de materiales en cualquier proyecto constructivo. Comprender las metodologías de ensayo y las clasificaciones obtenidas es esencial para ignifugar estructuras metálicas, proteger hormigón y madera, o garantizar la compartimentación efectiva de recintos.
Al aplicar estos criterios de forma rigurosa, los profesionales pueden asegurar el cumplimiento normativo, elevar el nivel de seguridad y optimizar el diseño de las soluciones de protección pasiva, consolidando un entorno constructivo más seguro, eficiente y sostenible.