Mantenimiento de Extintores de Incendios según la Norma UNE 23120: Garantizar la seguridad comienza con un mantenimiento responsable.
Cuando el fuego se manifiesta, cada segundo define la diferencia entre una emergencia controlada y una tragedia. Contar con un equipo operativo no es un lujo: es una obligación vital. La Norma UNE 23120 establece los criterios técnicos que determinan cómo y cuándo debe realizarse el mantenimiento de los extintores de incendios, asegurando que cada uno funcione con precisión, presión adecuada y total fiabilidad.
Cumplir con esta normativa no solo protege instalaciones o bienes materiales, sino también vidas humanas. Desde edificios residenciales y oficinas hasta plantas industriales o centros comerciales, mantener los equipos en óptimas condiciones es el pilar fundamental de toda estrategia de prevención contra incendios.
Extintores de incendio: la primera defensa ante una emergencia
Los extintores de incendio son equipos presurizados diseñados para extinguir o controlar incendios incipientes. Su mantenimiento periódico es una obligación regulada por la UNE 23120, que establece la frecuencia, los métodos de revisión y los criterios de sustitución.
Cada tipo de extintor contiene un agente específico (agua, espuma, polvo, gas o co2) destinado a un tipo concreto de fuego. Sin embargo, incluso el mejor equipo pierde eficacia si no se revisa conforme a los parámetros técnicos exigidos.
Un extintor que no ha pasado su control periódico se convierte en un riesgo oculto, incapaz de liberar el agente extintor con la presión o la pureza necesarias. De ahí que la norma exija controles trimestrales, anuales y quinquenales, asegurando que cada componente —desde el cilindro hasta las válvulas— mantenga su integridad y operatividad.
Extintores de co2: eficacia inmediata y mantenimiento especializado
Los extintores de co2 (dióxido de carbono) destacan por su efectividad en fuegos de clase B y C, especialmente en entornos con equipos eléctricos o electrónicos. Su agente, el co2, actúa por sofocación, desplazando el oxígeno y cortando el suministro de aire que alimenta la combustión.
El mantenimiento de este tipo de extintores requiere precisión técnica. El pesaje es uno de los pasos más críticos: una mínima pérdida de contenido indica fuga o evaporación del gas, lo que puede inutilizar el equipo. Además, las válvulas y mangueras deben revisarse con equipos calibrados que garanticen estanqueidad y ausencia de corrosión.
En este proceso, la seguridad del operario también es esencial. Las empresas mantenedoras deben seguir protocolos rigurosos de manipulación, incluyendo el uso de herramientas certificadas, recarga bajo tolerancias normativas y pruebas de presión controladas.
Mantenimiento de Extintores de Incendios según la Norma UNE 23120
La Norma UNE 23120 define la metodología de mantenimiento de los equipos portátiles de extinción, asegurando que su rendimiento se mantenga constante a lo largo de su vida útil. Cada revisión tiene una periodicidad, alcance y procedimiento específico que garantiza que el equipo pueda responder ante cualquier eventualidad.
Mantenimiento trimestral
Debe realizarse cada tres meses y puede ser efectuado por el usuario o una empresa autorizada. El objetivo es verificar la accesibilidad y el estado físico del extintor.
Las comprobaciones incluyen:
- Accesibilidad sin obstáculos.
- Precinto y seguro intactos.
- Etiquetas legibles y visibles.
- Manómetro en zona verde (presión correcta).
- Ausencia de golpes, corrosión o fugas.
- Manguera sin obstrucciones ni deformaciones.
Estas verificaciones garantizan que el equipo esté siempre operativo y visible, evitando sorpresas en una emergencia.
Mantenimiento anual
El mantenimiento anual, exclusivo de empresas acreditadas, es una revisión profunda del equipo. Incluye:
- Comprobación de estanqueidad.
- Verificación del agente extintor.
- Revisión de válvulas, juntas y mangueras.
- Pesaje en los extintores de co2.
- Etiquetado y actualización de registro técnico.
Si se detectan defectos estructurales o fugas, el equipo debe ser retirado o reparado inmediatamente, siguiendo los criterios técnicos del anexo E de la norma.
Recarga y retimbrado
Cada extintor debe recargarse tras su uso, pérdida de presión o cuando lo determine la inspección técnica. La recarga incluye vaciado, limpieza, sustitución de piezas y llenado con el agente adecuado.
El retimbrado se realiza cada cinco años para comprobar que el cilindro soporta la presión de servicio sin deformarse. Esta prueba hidráulica se realiza a 1,43 veces la presión nominal y es esencial para garantizar la integridad del envase.
Criterios de rechazo y sustitución de equipos
La norma establece criterios estrictos para retirar del servicio aquellos extintores que no garantizan la seguridad operativa. Entre ellos destacan:
- Equipos con más de 20 años.
- Modelos sin marcado CE.
- Extintores con halones o espuma química.
- Cilindros corroídos, remachados o sin repuestos originales.
Mantener un equipo que incumple estos criterios puede derivar en sanciones graves y, lo que es peor, en un fallo fatal durante una emergencia.
Documentación obligatoria y trazabilidad técnica
Cada extintor debe contar con documentación completa que respalde su historial de mantenimiento. La trazabilidad garantiza que las revisiones se realicen conforme a la norma y que los responsables puedan demostrar la correcta conservación del equipo.
Documentación exigida:
- Etiqueta de mantenimiento actualizada.
- Registro histórico de revisiones.
- Informe técnico anual.
- Certificado emitido por empresa mantenedora acreditada.
Estos registros deben conservarse durante al menos tres años, sirviendo como prueba de cumplimiento ante inspecciones o auditorías.
Vida útil del extintor y obligaciones del titular
La vida útil máxima de un extintor es de 20 años, siempre que supere con éxito todas las pruebas reglamentarias. Sin embargo, debe retirarse antes si presenta deformaciones, fugas o deterioros estructurales.
El titular del edificio o instalación tiene la responsabilidad directa de mantener los equipos conforme a la normativa. Esto incluye contratar empresas certificadas, conservar la documentación y garantizar la accesibilidad de los equipos en todo momento.
Cumplir la UNE 23120 es sinónimo de seguridad real
El mantenimiento de extintores de incendios según la Norma UNE 23120 no es un trámite administrativo: es el escudo técnico que garantiza que cada extintor responderá de forma inmediata y eficaz. Su cumplimiento asegura protección efectiva, cumplimiento legal y tranquilidad operativa.
Invertir en revisiones periódicas significa reducir riesgos humanos, materiales y legales. Cada control técnico no solo prolonga la vida útil del equipo, sino que también refuerza la seguridad colectiva en hogares, empresas e industrias.
Cuando el fuego aparece, la diferencia entre un incidente y una tragedia depende de un solo detalle: un extintor correctamente mantenido.